Mirlo ojiblanco


Turdus leucops
¿Te gustan las aves que tienen un solo color? ¿Y qué son muy fáciles de reconocer? ¡Bien! Porque hoy te vamos a hablar de un ave con estas características, y se trata de ni más ni menos que el mirlo ojiblanco.

Una especie única en su género

El mirlo ojiblanco es un ave paseriforme, de la familia turdidae, que es endémica de América del sur. El nombre científico que recibe es Turdus leucops, y vive en los bosques montanos húmedos, tanto tropicales como subtropicales, de Bolivia, Brasil, Colombia, Guyana, Perú, Venezuela y Ecuador.
Durante mucho, y aún sigue, su género ha sido motivo de controversia. Para algunos taxonomistas, esta especie debería estar catalogada en el género Platycichla, debido a su morfología. Pero, para otros, debe estar en el género Turdus, como establece la SACC.

Un fuerte dimorfismo sexual

Generalmente, muchos miembros de la familia de los turdos no tienen dimorfismo sexual, pero en el caso del mirlo ojiblanco esté es bastante fácil de notar. El tamaño de estas aves de 18 a 21 cm, con un peso que alcanza los 66 gramos.
El cuerpo del macho está recubierto por un plumaje negro, con la presencia de ligeros tonos azulados en algunas partes del cuerpo. Su nombre le viene porque tiene un prominente iris en color blanco. Las patas y el pico son de color amarillo.
La hembra, por su parte, tiene el plumaje también oscuro, solo que con la presencia de plumas en un tono gris marrón por todo el cuerpo. El ojo es de un tono gris marrón, al contrario que el macho que es completamente blanco. No se le ha reconocido ninguna subespecie.

Una vida en estado salvaje bastante sencilla

No es un ave que se caracterice por tener mucha relación con los seres humanos. De carácter sedentaria, no ha habido registros que se trasladen a otra zona del continente con el cambio de estación. Tampoco se han encontrado registros que cambien de área con la llegada de la reproducción.
La reproducción de esta especie depende del país en el que se encuentren. En Venezuela, por ejemplo, tiene lugar entre abril y junio, mientras que en Ecuador es de diciembre a junio. Los más jóvenes, en Colombia, se reproducen durante el mes de junio. Como el resto de miembros de su familia, el nido tiene forma de copa, y está ubicado entre una gran cantidad de pasto, para ocultarlo de depredadores. La puesta se compone de tres a cuatro huevos, incubados por la hembra durante casi un mes, unos 23-27 días.
Curiosamente, a pesar de pertenecer a la familia de los túrdidos, su alimentación se compone de frutas y bayas, dejando a los insectos como una alimentación complementaria. Dato que, entre otras cosas, provoca que tengan dudas sobre su inclusión en el género. Su estado de conservación es estable, ya que vive en alturas superiores a los 1.500 msnm y es muy raro que se acerque a zonas urbanas.

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