Agapornis Swindernianus


¿Quieres conocer a una de las mejores especies de agapornis que hay sobre el planeta? El agapornis Swinderniana, también conocido como acollarado, es una de las más hermosas de las nueve subespecies que hay en el mundo de esta raza. Sin lugar a dudas, un ave ue todo el mundo querría tener en su casa.

¿Qué se sabe de esta ave?

Aunque no se sabe muy bien en que momento surgió la especie, esta parece ser originaria de las selvas tropicales del Congo, a pesar de que se han visto muy pocos ejemplares en libertad. Se podría que son un ave que bien podría considerarse extinta.
¿El motivo? En libertad se han visto muy pocas de esta especie y en cautividad cuesta mucho de criarlos por su dieta, que se basa especialmente en higos, lo que impide que se puedan criar bien en un aviario o en un ambiente doméstico, por lo que ningún criador ha tenido éxito.

¿Cómo es esta ave?

Es un ave de pequeño tamaño, llegando a alcanzar los 13 centímetros cuando es adulto. El color base de esta ave es verde, pero posee un collar negro muy característico que es lo que le da el nombre de swindermianus.
Las plumas de su cola también tienen tonos verdosos, pero las plumas laterales cuentan con una franja roja, mientras que sobre la cola la franja es de un color azulado-violeta. Su pico es gris y bastante curvo, más que el del resto de agapornis. Su iris suele tener un tono amarillo y sus patas, al contrario que las de otros compañeros de especie, son de color verde.
Al contario que con otras especies de agapornis, que es fácil diferenciar al macho de la hembra, en este caso no presenta dimorfismo sexual, por lo que hay que fijarse en los huesos de la pelvis para poder saber cuál es la hembra y cuál el macho. De jóvenes, ambos sexos se parecen mucho a los machos, con un tono de pluma más claro que va oscureciéndose a medida que van creciendo.

¿Podrías tener a esta ave en cautividad?

Bien es cierto que muchos agapornis se tienen en cautividad sin ningún problema y estos pueden tener una vida bastante longeva. Pero, para la desgracia de los amantes de esta ave con el agapornis swindemianus es completamente imposible.
Los criadores que lo han intentando nunca han logrado mantener vivo a esta ave en cautividad más de medio año y sin indicios de reproducción. Además, no puede exportarse desde África ya que su alimentación se basa principalmente en higos de África, que son bastante caros y muy complicados de encontrar pues están a 30 metros bajo el suelo. Esto la convierte en un ave imposible de tener en una jaula.
Además, es un ave que no se adapta bien a la vida en cautividad, ni aunque esta se realice cuando tienen poca edad. No les gusta estar encerrados y lo especial de su alimentación hace que sea imposible el criarlos dentro de un aviario. Esto hace que encontrarlos sea del todo imposible y dado que cada vez se ven menos de estas aves en libertad se ha comenzado a prohibir su exportación en algunos países por miedo a que pueda desaparecer la raza.

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